Los utilizamos en los surcos y arrugas, no muy profundos, que no están producidos por la flacidez o por la expresión facial. Con el paso del tiempo, los volúmenes de la cara y de otras partes del cuerpo se van perdiendo. Aparecen depresiones y arrugas que estéticamente nos envejecen.
Siempre optamos por el material de relleno más idóneo para cada zona y cada paciente. El ácido hialurónico se presenta en diversos formatos de fluidez, reticulación y durabilidad en el tiempo. Somos partidarios de utilizarlo en zonas puntuales y pequeñas. Su permanencia oscila de 3 a 18 meses.
El material elegido se implanta en el lecho de la arruga, surco o depresión que se desea rellenar, o conformando previamente el diseño de la zona que se desea remodelar. Se inyecta mediante uso de cánula, que minimiza el dolor y la aparición de hematomas posteriores. Cada material tiene una técnica específica de utilización y es necesaria una instrucción para ser correctamente implantado, en la cantidad correcta, la profundidad idónea, y los cuidados posteriores.
El relleno se inyecta diluido en anestesia para reducir molestias y evitar irregularidades y poder distribuir el producto equitativamente en la zona deseada. Con esta técnica perfilamos la anatomía de la cara.
El relleno se puede utilizar en diferentes zonas no solo del rostro sino del cuerpo. Dependiendo de la zona a tratar se utilizarán diferentes productos específicos, tales como Ac. Hialurónico, Hidroxiapatita Cálcica, Ac. Poliláctico o incluso la propia grasa del paciente (Lipofilling)
Algunas zonas tratables por relleno son:
- Ojeras Manos
- Labios Piernas
- Pómulos Glúteos
- Nariz Genitales
- Mentón