El lipoláser es un tratamiento láser que actúa sobre la grasa de forma mínimamente invasiva, sin cirugía y sin anestesia general. Consigue la reducción de volumen graso en zonas localizadas que se resisten. Además, ayuda a mejorar considerablemente la celulitis y a retraer la piel.
Esta técnica está recomendada para esas difíciles zonas en las cuales la grasa se acumula y no somos capaces de eliminarla mediante el ejercicio o la dieta, bien por falta de constancia, o simplemente por no lograr los resultados esperados. En definitiva, el lipoláser es un tratamiento reductor, en uno de nuestros mejores aliados para luchar contra las cartucheras o incluso la papada.
Para la intervención mediante lipoláser se necesita anestesia local, No es necesario la hospitalización, lo cual reduce los riesgos, y su duración suele ser de entre 1 y 2 horas, dependiendo de la zona a tratar, ya que algunas son de más fácil acceso que por la cantidad de tejido adiposo acumulado.
Los resultados del lipoláser son inmediatos, pues el paciente puede observar la reducción de volumen tras finalizar la intervención, aunque los resultados definitivos lucirán mejor pasado un mes o dos meses cuando la piel se vaya adaptando poco a poco.
Otra ventaja del lipoláser es su rápida recuperación. El paciente abandona la clínica con un vendaje específico para la zona que ha sido intervenida, y se reincorpora a la rutina laboral al día siguiente.