Se trata de una técnica diseñada por dermatólogos coreanos con el objetivo de tensar y densificar la estructura dérmica de la piel. Es una nueva técnica de lifting no quirúrgico que coloca varios hilos en la dermis sirviendo no sólo para mejorar la flacidez desde el interior sino también para estimular la proliferación de colágeno y el colágeno elástico en la capa de la dermis como respuesta a una reacción tisular.
El tratamiento de hilos ayuda a producir un efecto de estiramiento de la piel y el levantamiento de cara al mismo tiempo, creando un efecto lifting sin cirugía. Los hilos se pueden aplicar para lifting de cara, cuello y zonas corporales. Además, mejoran las zonas localizadas como surcos nasogenianos, líneas de marioneta, arrugas periorbiculares y arrugas periorales.
Es una técnica sencilla, económica y rápida (dura menos de 1 hora). El paciente podrá incorporarse de inmediato a sus actividades cotidianas. Es una técnica mínimamente invasiva; sin suturas, sin cirugía, sin infecciones ni riesgos para el paciente. Puede retocarse en cualquier momento si el paciente lo requiere.
Los hilos son monofilamento y se necesitan de 25 a 42 hilos por paciente, consiguiendo así un fuerte efecto de reestructuración de colágeno. El cuerpo reaccionará frente al hilo produciendo una respuesta inflamatoria mínima y una compactación regenerativa del tejido.